Cuando utilizamos la palabra fruta nos estamos refiriendo al conjunto de frutos comestibles que ese obtienen de determinadas plantas, ya sean silvestres o cultivadas por el hombre.

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Como la fruta suele ser dulce y sabrosa lo más habitual es consumirla en crudo a la hora del postre o como tentempié en las comidas principales del día. Pero además, resulta ideal como ingrediente en multitud de recetas: mermeladas, tartas, ensaladas, yogures...

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¡Existen tantas variedades de fruta en el mundo que es casi imposible probarlas todas! Cada una tiene un color, un tamaño y un sabor peculiar que la hacen muy diferente a las demás.

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La fruta procede de distintos tipos de plantas:

     - La mayoría son frutos de plantas leñosas, es decir, de árboles frutales que tienen tallos macizos con la consistencia de la madera (troncos y ramas). Ejemplo de ello son la manzana, la naranja o la pera.

     - Otras como la frambuesa, la mora o el arándano, provienen de plantas llamadas semileñosas porque sus tallos tienen una consistencia intermedia, entre leñosa y herbácea. Nos referimos a los arbustos frutales.

     - El melón, la fresa o la sandía son frutos de plantas herbáceas que no tienen tallos leñosos ni semileñosos, sino blandos y flexibles.

 Existen más formas de clasificar la fruta atendiendo a otras peculiaridades: según la semilla de su interior (hueso, patita o grano), por características comunes (frutas cítricas, tropicales, del bosque...) por su grado de acidez o dulzor, etc.

La fruta se obtiene directamente de la naturaleza y es indispensable para una buena alimentación. Además de que está buenísima tiene muchas propiedades beneficiosas para la salud. ¿Quieres conocer algunas?

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     -Aporta vitaminas y minerales fundamentales para que nuestro cuerpo y nuestro cerebro funcionen correctamente.

     - Ayuda a prevenir enfermedades, mejora el aspecto de nuestra piel, previene la obesidad y nos mantiene jóvenes.

     - Contiene mucha agua, importante para eliminar toxinas y limpiar el organismo.

     - Es rica en fibra, un componente vegetal que mantiene nuestro colon en buen estado y evita el molesto       estreñimiento.

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Los expertos en salud y nutrición insisten en que debemos comer al menos cinco raciones de fruta y verdura al día. Si ya lo haces, te damos la enhorabuena porque estás contribuyendo a que tus alimentación sea más sana y equilibrada. Si por el contrario eres de los que no quieren comer ni fruta ni verdura, vuelve a leer las lineas anteriores. Acabarás convenciéndote de que son realmente saludables y que a base de probar y probar, pasado un tiempo te encantarán.  ¡No pierdes nada por intentarlo!

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Cristina Rodríguez Lomba